Enseñar a alumnos capaces de aprender de sus errores
Precisamente estos fueron también algunos de los ejes en torno a los que giró el VI Congreso nacional de Kumon España que, bajo el título Construimos la base desde el primer día, reunió en noviembre pasado en Madrid a más de 200 profesionales procedentes de España, Reino Unido, Japón EEUU y México. ¿El objetivo del encuentro? Analizar la primera etapa de trabajo de los alumnos y, por supuesto, intercambiar experiencias.
Para ello, el evento contó con la participación de Yoshihiro Miyake, principal referente del método Kumon a nivel mundial y discípulo de Toru Kumon, el creador del método. Miyake, que en la actualidad ejerce como asesor sénior del Instituto de Investigación Toru Kumon analizó el trabajo de los alumnos durante el primer año de actividad basándose en los resultados de los más de diez millones de alumnos que han pasado por las aulas de esta institución en todo el mundo.
Durante su intervención, el discípulo del creador del método destacó la necesidad de eliminar los preconceptos a la hora de trabajar con alumnos de manera individual, ya que cada uno presenta sus propias habilidades y un carácter único. Asimismo, se mostró convencido de que todos los alumnos pueden ser excelentes y explicó que la ambición del método es desarrollar las habilidades académicas con el fin de que generen confianza en el alumno cuando se enfrente a otros problemas a lo largo de su vida. “La misión de Kumon es formar personas responsables y competentes”, recordó.
Enseñar a pensar
En esta misma línea, Alberto Tejerina, director general de Kumon España, que también intervino en el congreso, hizo hincapié en la necesidad de que los profesores del método sean capaces de fomentar la independencia de los pupilos. Así, explicó que “se trata de que los alumnos no recurran a su profesor ante la mínima dificultad”. “No podemos permitir que venga a preguntarnos antes de haber intentado solucionar un ejercicio. Tenemos que enseñar a los niños a pensar, debemos hacer pensar, lograr que sean perseverantes”, recordó.
Para lograr desarrollar esta capacidad en los pequeños, Tejerina aseguró que el material que se entrega durante el método por sí solo no vale mucho, sino que necesita a los profesores, que juegan un papel fundamental. En su opinión, “visualizar a cada alumno trabajando por encima de su nivel escolar permite diseñar la estrategia para lograrlo”, algo primordial, ya que “un alumno que no trabaja por encima de su nivel escolar no ha hecho Kumon”.
Ahora bien, tal y como recordó el director, “no se trata de correr por correr”, sino de que cada alumno alcance la mejor experiencia posible gracias a la repetición de los ejercicios con la orientación inicial de un profesor y, siempre, con la colaboración e implicación de la familia, pilar fundamental para lograr el máximo desarrollo del potencial del alumno.
