El estilo de vida como principal factor de la longevidad

Varios estudios revelan que la cantidad de años que vive el ser humano están mayormente condicionados por su estilo de vida que por la carga genética.
Alba UcedaJueves, 31 de July de 2025
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La edad biológica es un parámetro que marca el estado en el que se encuentra el organismo. No obstante, no siempre se corresponde con los años que pasaron desde el nacimiento del individuo. A pesar de que existen factores genéticos que afectan a la salud de las personas, muchos de ellos pueden verse frenados gracias a un estilo de vida saludable.

Según el investigador y explorador, en colaboración con geógrafos y el apoyo de National Geographic, Dan Buettner, clasifica ciertas zonas del planeta como Blue zones o zonas azules. En estas regiones, la gente vive más y mejor por varias prácticas que caracterizan su cultura.

A pesar de que algunos estudios posicionan a España como el quinto lugar del mundo con mayor longevidad, Buettner no la incluye en su lista. En su lugar, están presentes otros países mediterráneos, como Italia o Grecia, pero también Japón, Costa Rica o California (Estados Unidos).

El estilo de vida de las Blue zones

Desde Neolife, la doctora Cristina Minguito expone cuáles son aquellos aspectos tan característicos de las zonas azules para que sus habitantes vivan más tiempo y con mejor calidad de vida.

  • Una alimentación rica en nutrientes esenciales es el principal factor: en las Blue zones del planeta, es común consumir la dieta plant based, la cual se basa en vegetales, frutas y semillas integrales y evita la carne y los productos industriales.
  • Rutina diaria activa: seguida de la dieta, el ejercicio físico es la segunda causa más importante para mantener una vida saludable. Actividades rutinarias como salir a comprar, realizar tareas domésticas o simplemente moverse pueden convertirse en hábitos saludables fáciles de llevar a cabo.
  • La vida social: cuidar el vínculo con familiares y amigos ayuda al bienestar emocional y la salud mental.
  • Establecer un propósito de vida: fijar metas incentiva el compromiso y la ilusión por seguir adelante.
  • Estilo de vida moderado y equilibrado: alejado del estrés.

Revisiones periódicas

A cierta edad, la doctora Minguito resalta la importancia de realizarse chequeos antiedad para comprobar el estado en el cual se encuentra el organismo, a través de la revisión de algunas cuestiones vitales que determinan la edad biológica.

  • El estado cardiovascular: permiten corroborar la evolución de la tensión y la rigidez arterial.
  • La función pulmonar: se basa en la capacidad vital y la difusión del monóxido de carbono.
  • El metabolismo: para testificar el estado de los lípidos, la glucosa y la composición corporal y el funcionamiento hepático.
  • El estrés oxidativo: este desequilibrio entre el exceso de moléculas inestables (radicales libres) y la falta de antioxidantes que las contrarresten puede producir daños en las células y los tejidos.
  • La inflamación y cantidad de grasa visceral. 
  • El estado de la microbiota.
  • Las alteraciones del sueño.

Los suplementos y la terapia hormonal como arma contra la vejez

Además de establecer revisiones médicas periódicas y las recomendaciones de alimentación, ejercicio y sueño (entre otras), desde Neolife aseguran que la suplementación y el tratamiento hormonal son clave para vivir más tiempo y de forma óptima.

A través de la toma de suplementos pueden paliarse déficits de vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales, antioxidantes o de prebióticos y probióticos. Las dosis, así como las necesidades que cubren, varían en función del estado del organismo, el sexo y, especialmente, la edad.

No obstante, con el envejecimiento también se produce un declive hormonal que acelera aún más el proceso. Las hormonas son un mecanismo de protección frente a las enfermedades, sobre todo a nivel mental y cardiovascular, por lo que existen varios tratamientos de reposición con hormonas bioidénticas con el objetivo de favorecer un estilo de vida saludable y activo. Debe mantenerse especial control y vigilancia de esta caída hormonal a lo largo de la menopausia y la andropausia.

Sin disciplina no hay hábito

El efecto de la medicación puede verse mitigado o ralentizado si no se mantiene un estilo de vida saludable que lo complemente. No obstante, el hábito implica rutina y constancia. El autor James Clare propone una serie de recomendaciones para facilitar la introducción hacia un estilo de vida beneficioso para la salud en su libro Atomic Habits.

Por ejemplo, a algunas personas les cuesta comenzar a hacer deporte si parten de una larga rutina sedentaria. Como incentivo, Clare aconseja la compra del equipamiento, escuchar música o  la descarga de una aplicación que celebre los logros obtenidos. “Es una inversión a largo plazo en la salud, la energía y la felicidad”, concluye la doctora Minguito.

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