Myriam Arenillas: "Ellos mismos piden ayuda, sale de ellos"
En la sociedad actual, cada vez se le da una mayor importancia a la salud mental y con ello, cada vez es más común ver a jóvenes que van a terapia y que tiene una mayor inteligencia emocional, en comparación con generaciones anteriores. Para entender como se ha dado esta evolución, nos acompaña la psicóloga y terapeuta Myriam Arenillas, quien tiene gran experiencia en el ámbito juvenil.
¿Cómo son los adolescentes de hoy en día?
Myriam comenta que lo jóvenes actualmente tienen una mayor inteligencia emocional, una mejor gestión de las emociones y una gran capacidad de identificar problemas. Esto se ha dado gracias a una transformación de la educación y que pone en foco estos problemas. Las generaciones anteriores han tenido una educación emocionalmente más privativa, que no han tenido oportunidad de expresar sus emociones o han sido castigadas, en cambio, ahora ha cambiado y se busca acoger esa emoción para poder explicarla.
Sin embargo, Myriam también señala algunos desafíos a los que se enfrentan como una baja tolerancia a la frustración, problemas de autoestima y la necesidad constante de validación externa. Pero lo que más le sorprendió, era que los jóvenes eran quienes pedían ayuda para ellos mismos. Son capaces de responder ante sus problemas.
La razón por la que se ha podido dar esta transformación en la educación es debido a los cambios de la sociedad. Antes, los problemas se daban en necesidades más básicas como alimentarse o dormir, en cambio ahora, con esas necesidades básicas ya resultas, podemos atender a las necesidades mentales.
La educación por parte de las familias
Asimismo, se aborda la educación sexual y la importancia de que los padres se involucren más en este ámbito, ya que a menudo es un tema tabú. La adolescencia está a medio camino entre el adulto y el niño. Físicamente son adultos. Cognitivamente y emocionalmente son niños. Confundimos con los mensajes que les damos y tienen acceso a una información que no deberían o que deberían de una forma acompañar.
Myriam les dice a los padres que deben estipular “4 lineas rojas”, no les atribuyamos a normas, porque entonces se se contamina la relación de no puedes, de enfados. Las familias deben buscar espacios para compartir y les tocará hacer cosas que no apetecen, pero hay que acercarse a sus gustos. Un adolescente callado es síntoma de peligro.
A la pregunta ¿es más difícil ser padre hoy en día que hace 30 años? Myriam cree que no, ser padre o madre es un trabajo complicadísimo, la diferencia son las circunstancias. Los padres de ahora están más preocupados que antes a acercarse a sus hijos,


