Álvaro Fernández: “El riesgo de las nuevas tecnologías es que nos acostumbremos a no pensar”
Como cada año, el verano llega y con él, la desconexión académica. Los alumnos pasan tres meses sin acudir a clase, por lo que disponen de mayor tiempo para su disfrute personal. No obstante, muchos progenitores aún no tienen vacaciones, y los niños, niñas y adolescentes pasan más momentos solos, sin nadie que pueda dirigir sus horarios, como el tiempo de uso de dispositivos digitales.
A lo largo de los últimos 20 años, la capacidad de prestar atención ha caído en picado en un 70%, según los resultados de varios estudios internacionales. Según Eurostat, España sigue registrando cifras considerables de abandono escolar temprano con un 13,7%.
El sistema nervioso central de los más jóvenes se mantiene en un proceso de desarrollo hasta que comienza la edad adulta. Por tanto, hasta cierta edad, los procesos cognitivos de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes son más fáciles de entrenar y mejorar, como la memoria de trabajo.
Al fin y al cabo el cerebro es un músculo que necesita seguir en movimiento a cualquier edad y en cualquier estación, incluido el verano. No obstante, no es necesario recurrir a métodos tan estrictos como durante el periodo lectivo (deberes o clases online). Basta con dedicar algunas sesiones breves que incluso utilizan el juego como herramienta de aprendizaje. Así, la adaptación a los centros educativos tras el verano es más progresiva y llevadera.
El economista y analista de mercados especializado en neurotecnología y neurociencia aplicada, Álvaro Fernández Ibáñez, ha avanzado que existen varias aplicaciones que ayudan a incentivar la atención con sesiones que emplean la gamificación. En esta entrevista, Álvaro se apoya en varios estudios que respaldan la trascendencia de la memoria de trabajo a nivel cognitivo, así como las oportunidades e inconvenientes que ofrecen las nuevas tecnologías para trabajar este proceso cerebral.
¿Por qué es importante entrenar la memoria de trabajo?
-Antes de comenzar, creo que es importante re-imaginar la educación y dejar de pensar que es simplemente la transferencia de contenidos. La educación es el fortalecimiento de las habilidades cognitivas básicas que van a permitir que el estudiante pueda ingeniárselas en la escuela y, posteriormente, en el ámbito laboral y personal. Una de esas habilidades cognitivas principales es la memoria de trabajo o también llamada memoria operativa.
La memoria de trabajo, por tanto, podríamos compararla con la memoria RAM de un ordenador. Los seres humanos tienen la memoria a largo plazo, la cual permite almacenar muchos datos, y la memoria de trabajo, para aprender a realizar tareas más complicadas, como matemáticas, ciencias o lectura de textos complejos.
Por ejemplo, cuando leemos un libro, ya sea ficticio o no, debemos recordar diferentes personajes y conceptos del capítulo anterior para continuar con el relato. Gracias a la memoria de trabajo, rememoramos datos e información que sean útiles para la actividad que estemos llevando a cabo, y los manejamos en tiempo real para aprender sobre ello.
Según el último estudio liderado por la Universidad de Zúrich, y gracias a la aplicación Nuroe, fue posible testificar que los niños que ejercitan la memoria de trabajo aumentan sus probabilidades de acceder a estudios superiores en un 50% ¿por qué?
-Con el estudio de Zúrich fue la primera vez que comprobé que, en una intervención con tiempo bastante limitado, 12 horas en concreto, pudieran corroborarse mejoras para los niños.
Lo primero que hicieron los investigadores, ajenos a la empresa que desarrolló la aplicación, fue seleccionar esta herramienta y reunir a 600 niños de todos los niveles académicos.
El objetivo de la investigación era revelar si los beneficios de la utilización de Nuroe para la memoria de trabajo durante 12 horas se estancarían o aumentarían gradualmente. El resultado fue que los beneficios no solo eran muy significativos, sino que incrementaban a los seis meses, al año e incluso a los tres años desde la experimentación. Los alumnos iban al colegio con más ganas de aprender y sus habilidades cognitivas estaban más desarrolladas. Además, la escuela en sí misma se convertía en un entrenamiento mental para continuar perfeccionando la memoria operativa.
La investigación se ha publicado en uno de los journals sobre economía con más reputación. Esto se debe a que los investigadores se dieron cuenta de que, si se podía invertir en que los niños mejorasen el manejo de la memoria de trabajo, también lo harían con su rendimiento académico. Por ende, van a acceder a profesiones superiores y mejor pagadas, lo que es positivo para todo el mundo. Es un fenómeno llamado return on investment, o beneficio sobre la inversión, en español.
Entonces, la memoria de trabajo ¿también es beneficiosa para el sistema económico?
-Exacto, sobre todo para el futuro laboral. Dentro de 10 años va a haber muchas profesiones que ya no existan. Para poder acceder y adaptarse a nuevos puestos de trabajo, capacidades cognitivas como la memoria operativa van a ser claves. Debemos pensar cómo formar a los niños para que estén lo más preparados posible.
Respecto a las nuevas tecnologías, las cuales también van a posibilitar la aparición de puestos de trabajo novedosos, ¿son una ventaja para incentivar la memoria de trabajo o son una desventaja porque merman el esfuerzo de los alumnos?
-No es que solo sea una amenaza o una oportunidad. Es similar a lo que ha pasado con los sistemas de navegación de los coches: nos hemos acostumbrado a simplemente seguir lo que dice Google Maps y no orientarnos. Carecemos de una perspectiva mental del mapa.
El riesgo es que nos acostumbremos a lo fácil, a no pensar y a hacer lo que nos diga un sistema de inteligencia artificial. No obstante, es un fenómeno que ya ha ocurrido con muchas tecnologías. En su lanzamiento, siempre se perciben los posibles peligros.
Los seres humanos aprendemos cómo usar herramientas para mejorarnos y llevar a cabo tareas complicadas, si las aprovechamos adecuadamente. Sin embargo, nuestra herramienta más importante es la cognición, para llevar a cabo actividades relevantes para nuestro entorno, que herramientas como ChatGPT nunca van a poder hacer.
Incentivar a un amigo o a un familiar con la intención de alentar su rendimiento en el trabajo o en el centro educativo requiere esfuerzo mental, ya que deben tenerse en cuenta varios factores: cuál es su círculo social, qué les motiva, en qué son buenos, qué deben mejorar, etc.
En relación con esta cuestión, nuestra capacidad para retener información ha disminuido considerablemente en los últimos años. ¿Crees que las instituciones educativas incorporan metodologías que se adapten a esta circunstancia?
–Evitar distracciones a nivel educativo es primordial. Si cada dos minutos hay presente una distracción y tengo que prestarla atención, no estoy dedicando esfuerzo a la memoria de trabajo, a lo que tengo que aprender. La multitarea no funciona, es una ilusión de productividad. Como consecuencia, malgastamos la memoria de trabajo.
Lo primero que hay que hacer es proteger esa capacidad. Lo segundo, es que esa función es responsabilidad de los progenitores y de la educación. La memoria de trabajo no solo es una cuestión genética. El rango de mejora es muy amplio y depende del adiestramiento que reciba la mente diariamente. En la investigación de la Universidad de Zúrich comprobaron que, usando la aplicación de Nuroe, la memoria operativa podría mejorar entre un 20% y un 25% de media.
Por ejemplo, el hecho de no mandar deberes para casa tras la jornada escolar progresivamente va debilitando la memoria de trabajo, puesto que deja de entrenarse. Aunque es una opción muy tentadora, a largo plazo puede ser bastante negativa para el niño. En lugar de fortalecer sus capacidades cognitivas básicas, puede estancarse o incluso empeorar.
El sistema académico y profesional es un entorno muy complejo, especialmente con la participación de las nuevas tecnologías. El nivel de dificultad cognitiva va aumentando y deben estar prevenidos para el trabajo que se exige en cursos superiores, con el finde acceder a un buen puesto de trabajo.
La multitarea no funciona, es una ilusión de productividad
"Has mencionado la aplicación Nuroe, la cual utiliza el juego para motivar a los usuarios en la realización de sus tareas. ¿Consideras que la gamificación es una solución óptima para la falta de atención?
–Sí, pero no es la única. La intervención de Zúrich solo exigía 40 sesiones de 15 minutos cada una (12 horas en total), y está hecha como si fuera un juego. En una intervención tan ligera, la memoria operativa puede mejorar entre un 20% y un 25%, y además va incrementándose con el tiempo. Pero es efectiva tanto para un niño, como para un adulto o una persona mayor.
Va a ser muy interesante comprobar si experimentaciones como esta se van a distribuir o bien por las escuelas, o bien entre los padres. No obstante, en España los centros educativos tienen otra perspectiva y aún no están preparados para pensar qué es memoria de trabajo u operativa.
Considero que, en primera instancia, van a ser progenitores que utilicen la aplicación ellos mismos y quieran utilizarla con sus hijos. Quizás cuando haya mayor investigación, o más gente se dé cuenta de la importancia de esta habilidad cognitiva en los centros educativos. Pero la introducción será a través de los padres.
Por tanto, para los adultos ¿también funciona este tipo de metodologías?
-Absolutamente. La memoria de trabajo suele mejorar hasta los 30 o 35 años. Después, va disminuyendo gradualmente, y a los 50 años el declive ya es notable. Sí es cierto que se puede seguir entrenando, incluso a partir de dicha edad.
Insisto, es una capacidad tan importante para aprender cualquier cosa nueva, tecnología novedosa, adaptarse a un trabajo o a un vehículo nuevo. Una persona mayor, acostumbrada a conducir coches de gasolina, puede aprender con la memoria de trabajo a llevar un coche eléctrico.
Así que las personas mayores que se encuentran en retroceso cognitivo, ¿pueden frenar el declive de la memoria de trabajo a través de las técnicas que la entrenan?
-Lo que se puede hacer es incrementar la reserva cognitiva; cuantas más conexiones entre las neuronas se establezcan, más alto es el nivel cognitivo. Por ello, aunque disminuya un poco, no tiene tanto impacto cerebral porque existe dicha reserva.
El declive no se puede prevenir, pero sí retrasar los síntomas. De hecho, algunas investigaciones afirman que entre cinco y 10 años, lo que es positivo para todo: para la familia, la economía e incluso el sistema.
El declive no se puede prevenir, pero sí retrasar los síntomas
"En realidad, la memoria de trabajo se puede utilizar para cualquier situación, ¿cierto?
-Sí. De hecho, antes del estudio de la Universidad de Zúrich las investigaciones solían ser con grupos específicos con cualidades concretas, como déficit de atención o adultos con problemas de memoria. Hasta ahora, las experimentaciones se habían empleado para comprobar si existía la posibilidad de la rehabilitación cognitiva. Actualmente se ha comprobado que entrenar la memoria de trabajo puede ayudar a cualquier persona.



