Andrea Acha: “Un emprendedor abraza la incertidumbre y eso conlleva valentía”
En el ámbito empresarial, la prosperidad de un nuevo negocio es siempre difusa. Hay múltiples condicionantes ajenos al trabajo individual de los emprendedores que pueden conducir al éxito o, por el contrario, al fracaso. El progreso de cualquier negocio se basa en su rentabilidad, y la rentabilidad solo es posible a través del consumo de los clientes, por lo que darse a conocer entre los demandantes de un bien o un servicio concreto es clave para obtener beneficios.
Andrea Acha, periodista y especialista en comunicación y prensa para emprendedoras, conoce las claves para un buen plan de comunicación corporativa. Su experiencia en varios medios de comunicación, como en varias revistas femeninas del grupo Hearst o en la agencia de comunicación Edelman, avalan los conocimientos que posee para saber de primera mano qué le interesa a cada tipo de medio, así como las secciones que mejor se moldean al producto ofertado.
En esta entrevista, Acha desvela cuáles son los pasos para impulsar un buen marketing, el papel que cumplen las redes sociales como canales de comunicación respecto a los medios tradicionales y los estigmas que rodean y dificultan a las mujeres emprendedoras.
¿Cuáles son las tres palabras clave que resumirían los valores del emprendimiento?
-Para mí serían estrategia, valentía y resiliencia.
Estrategia porque en el emprendimiento todo es posible. Podemos dedicar toda la energía y el tiempo que tengamos, pero sin delimitar el foco hacia el que nos dirigimos todo ese esfuerzo puede quedarse en tierra de nadie y no ver resultados. Es muy común encontrarse a emprendedoras agotadas o cansadas, lo que suele suceder por falta de claridad hacia el objetivo.
Diría que hay que ser valientes, ya que no tenemos garantías que lo que vaya a pasar una vez vuelva a repetirse. Un emprendedor abraza la incertidumbre y eso conlleva valentía. Cuando quiere hacer crecer su negocio, hay constantes pasos que provocan vértigo al no haberlos realizado nunca. Además, nadie nos indica qué tenemos que hacer, sino que somos nosotros mismos los que debemos aprender. Da igual el tiempo que lleve con ese negocio que el emprendedor sigue sintiendo que toma decisiones valientes y, en parte, arriesgadas. Sí es cierto que no es un riesgo total. Al final, la experiencia es un grado.
Por último, la palabra resiliencia la menciono porque por muy buenos empresarios que seamos, vamos a tener momentos buenos, regulares e incluso malos. No obstante, si somos capaces de adaptarnos y de reajustar nuestra visión, vamos a poder salir adelante.
Para las empresas que acaban de comenzar, ¿cómo debe ser, en primera instancia, el primer acercamiento a los medios?
–Para muchos emprendedores los medios son los eternos olvidados. No los tienen nunca en cuenta y su contenido solo aparece en redes sociales porque es lo más fácil. Todo el mundo sabe abrirse una cuenta en Instagram o YouTube; no tiene ningún coste y toda la información está expuesta para saber cómo hacerlo.
En efecto, el primer paso habitual es tener una cuenta en redes y publicar para ganar visibilidad y poder comunicar. El error es pensar que solo con este paso ya tienes hecho el negocio; creas el contenido y los clientes van a llover. Pero esto es insuficiente, ya que el resto de las empresas hacen exactamente lo mismo.
Por tanto, una vez tengan su marca montada, con su correspondiente página web y una cuenta en la red social que utilicen, independientemente del tiempo que lleven en el ámbito empresarial, deberían contemplar otros canales como pueden ser los medios de comunicación tradicionales. A pesar de que estos no proceden del entorno online, también están haciendo un trabajo digital potenciando el marketing de los emprendedores, lo cual les posibilita llegar a nuevos públicos.
El primer acercamiento tiene que ser, para mi gusto, con mucha claridad. Los medios de comunicación no tienen tiempo para que les contemos nuestra vida. Ellos quieren comunicación o información de valor para su audiencia, que tiene un perfil específico. Por ello, es necesario encontrar el periodista y el medio adecuados. Detrás de un medio de comunicación hay secciones o temas específicos, por lo que, en primer lugar, los emprendedores necesitan segmentar a qué medios dirigirse.
El paso clave es que pongan el foco en el contenido y no en sí mismos. Si vamos a hablar de lo nuestro, los medios no son el canal.
En España no está mal visto ser emprendedor, pero sí es más complejo el arranque a nivel administrativo y burocrático
"Has trabajado en Estados Unidos y Reino Unido. ¿Crees que la relación entre los medios y los emprendedores es más cercana en estos países?
-Diría que es muy similar. Es cierto que en Latinoamérica los medios siguen teniendo más poder que en países anglosajones, porque allí han llegado las redes sociales y un montón de micro medios digitales con más fuerza. No obstante, la forma de relacionarse con ellos y la manera de trabajar es parecida.
Yo aplico una metodología que podría afirmar que sirve para cualquier país. De hecho, tengo alumnas de distintos sitios que han aparecido en los medios de sus lugares de origen.
Para muchos emprendedores los medios son los eternos olvidados
"¿Cuáles son los pasos de tu metodología?
-El primer paso es enseñar a saber qué contar de ellas mismas de forma breve, dando notoriedad a su esencia y a aquello que les diferencia. La idea es hacerlo en una frase.
El segundo paso es la segmentación: buscar a qué periodistas se van a dirigir. Después, toca decidir cómo va a ser la primera nota de prensa, especialmente el ángulo y la forma de presentarse.
Seguidamente, hay que tomar contacto con el medio. Yo siempre tengo muy en cuenta mandar contenido audiovisual, como las fotografías. Por ejemplo, si la visibilidad de su marca va a darse a través de un canal de televisión, necesitan recursos visuales, pues no siempre el equipo se va a desplazar a grabarles. Al final es una relación win-win porque los periodistas también buscan buen contenido.
El cierre de esta metodología es el seguimiento de las apariciones, así como el marketing de dichas presentaciones en los medios de comunicación.
Por otro lado, en los países en los que has vivido, ¿consideras que el concepto de emprendimiento está mejor visto que en España?
-Considero que en España no está mal visto ser emprendedor, pero sí es más complejo el arranque a nivel administrativo y burocrático. Cuando trabajaba en Reino Unido y Estados Unidos no era emprendedora, pero tengo amigas que sí y me consta que puedes ser emprendedor de la noche a la mañana. No tienes que pagar nada hasta que no tengas ingresos, por lo cual son condicionantes que facilitan el proceso.
También creo que mi generación es la primera donde hay bastantes emprendedores en España. En la época de mi padre mucha gente trabajaba para empresas durante toda su vida. Pero también pienso que en la Administración española y la europea está todo más reglado y se pagan más impuestos, lo que económicamente dificulta el sostenimiento de los emprendedores. Sin embargo, cada vez es más común la acción de emprender entre los jóvenes.
Los medios de comunicación no tienen tiempo para que les contemos nuestra vida
"¿Las mujeres tenemos más dificultades para emprender?
-Tengo dos visiones. Por un lado, por nuestro género no creo que a día de hoy tengamos más obstáculos que un hombre. A una mujer nadie le va a decir “tú no”. En ese sentido no hay barreras, al menos yo no las he sentido en ningún momento.
Por otro lado, creo que no nos lo ponemos fácil a nosotras mismas. No nos lo terminamos de creer. La causa habría que debatirla, pero nos falta más autoestima que a los hombres. Somos más perfeccionistas. Siento que cuando queremos hacer algo lo queremos hacer muy bien, y en el emprendimiento eso es pérdida de tiempo. El emprendimiento es un sistema de prueba y error donde vas aprendiendo sobre la marcha, por lo cual hay que abrazar la imperfección.
También considero que somos poco ambiciosas. En muchas ocasiones, me he encontrado con mujeres que llevan sus negocios como si fuera un hobby, puesto que no subsisten de ellos. Su vida económicamente se sostiene por sus parejas o sus padres. No estamos montando negocios con ambición de ganar y facturar bien alto pensando en cifras potentes.
¿Es el contexto histórico la causa de la falta de confianza y de ambición?
-Sin duda. No tenemos mujeres como referentes que nos sirvan de fuente de inspiración para alcanzar las mismas metas que ellas. Nuestro origen cultural se basa en que el hombre trabajaba y la mujer no. Por tanto, es lógico que nosotras tengamos que realizar mayor recorrido para llegar al mismo punto que los varones. Aunque sí es cierto que hay mujeres que están llegando altísimo, pero no es un acontecimiento masivo.
Por otro lado, el hecho de querer ser madres lo consideramos un obstáculo. Muchas renuncian porque quieren estar presentes en casa con los niños. Son patrones que he comprobado que se repiten. También es mi día a día; yo soy madre de dos niños. Aun así, hay bastantes hombres que tienen gran obsesión por sus trabajos (lo que les supone menor contacto con sus hijos), y permanecen tranquilos. En cambio, nosotras nos sentimos culpables. No sé si será por una cuestión biológica o cultural, pero esa es la realidad.
Me he encontrado con mujeres que llevan sus negocios como si fuera un hobby
"Volviendo al tema de las redes sociales, con los paradigmas tecnológico y sociocultural presentes, ¿crees que las redes sociales acabarán absorbiendo a los medios tradicionales o será posible la convivencia?
-Mi sensación es que los medios van a subsistir, aunque no todos ni en la forma en la cual trabajaban hasta ahora.
La gente joven no consume medios de comunicación, lo cual debe ser su motor de cambio, pues no pueden esperar a que la audiencia se adapte a ellos. Al fin y al cabo, los jóvenes serán sus futuros adultos, por lo cual deben de hacer el esfuerzo de emplear formatos que les interesen a dichos jóvenes.
Hay algo que van a conservar con total seguridad y es la reputación por la búsqueda y el contraste de información veraz. Es un valor que deben seguir cultivando y no rebajar su calidad.
En resumen, los medios necesitan aspirar a convertirse en plataformas de comunicación, donde expongan su contenido en distintos canales de comunicación para la audiencia de cada uno de ellos: publicaciones en web, en Instagram o en Tik Tok.
Para finalizar, ¿podrías dar un mensaje a los nuevos emprendedores?
-Les diría que dejasen de ser el secreto mejor guardado y que si ellos mismos no apuestan por salir ahí fuera a mostrar lo que tienen que contar, nadie más lo va a hacer. Nuestras barreras personales pasan a ser obstáculos en el lanzamiento de nuestro negocio; si no lo hacemos por nosotros mismos, hagámoslo por nuestros negocios y por la gente a la que pueden llegar y ayudar.



