La entonación y la gesticulación, dos pistas comunicativas clave para los niños y niñas con TDL

Un estudio realizado por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) ha revelado que la incorporación de la prosodia —ritmo y melodía en el habla— y la gesticulación en el lenguaje oral poseen un papel fundamental en la comprensión de significados complejos para la infancia con TDL, como las peticiones indirectas.
MagisterioMiércoles, 24 de September de 2025
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Gracias a las facilidades demostradas en la investigación, los responsables están estudiando el uso de la prosodia y los gestos en los infantes con autismo © ADOBE STOCK

La dificultad en la comprensión del lenguaje oral no tiene por qué ser el resultado de problemas auditivos, intelectuales o neurológicos. El trastorno del desarrollo del lenguaje (TDL) es más común de lo que parece, pues afecta a dos infantes por cada clase escolar aproximadamente. A ellos se le complica más procesar la estructuración de las frases o la combinación de las palabras y sus partes, por lo que la claridad en la comunicación oral es fundamental para mejorar su comprensión.

Un estudio liderado por investigadores de la UOC ha demostrado que la enfatización de la entonación y la gesticulación en una conversación con niños y niñas con TDL ayudan a mejorar sus interacciones cotidianas, así como su aprendizaje en el aula.

“Los maestros y logopedas pueden incorporar intencionadamente gestos y entonación para facilitar la comprensión pragmática“, explaya el investigador del Grupo de investigación en Cognición y Lenguaje (GRECIL), Albert Giberga. A pesar de que los beneficios del uso de la prosodia son más “marcados” en los menores con TDL, Giberga afirma que estas pistas comunicativas son útiles para el desarrollo lingüístico de toda la infancia.

Comprensión de significados complejos a través de inclinaciones de cabeza y movimientos con las manos

La población de estudio estuvo conformada por 45 niños con desarrollo típico y 34 con TDL entre cinco y diez años, todos ellos bilingües —castellanohablantes y catalanohablantes—.

El estudio se basó en dos experimentos a partir de ver y oír una historia, mientras permanecían sentados delante de una pantalla. Al mismo tiempo, se les realizó un seguimiento ocular, para comprobar a qué punto miraban cuando oían y veían una palabra o frase. De tal forma, pudo conocerse qué estaban pensando en tiempo real y el procesamiento cerebral de la información recibida.

En la primera fase de la experimentación, debían entender cuando el interlocutor hacía o no una pregunta, donde la entonación y la melodía del habla facilitaron la comprensión. Los movimientos de la cabeza de manera vertical —arriba y abajo— o el levantamiento de cejas fueron muy utilizados.

Por otro lado, en la segunda fase tenían que comprender significados más complicados y no literales, como las peticiones indirectas, las cuales tienen una intención implícita, para lo cual la gesticulación fue “determinante” para los niños y niñas con TDL. En este caso, redundaron las inclinaciones de cabeza y la gesticulación de ambas manos dirigidas hacia el receptor, frecuentes en las inferencias al hablar en catalán.

Nuevos pasos en el entorno educativo

Gracias a las facilidades demostradas en la investigación, los responsables están estudiando el uso de la prosodia y los gestos en los infantes con autismo, así como cuáles son las mejores pistas comunicativas para ellos. Además de tener dificultades para procesar información auditiva y visual, el autismo también afecta a la comprensión pragmática.

Albert Giberga ha explicado que los investigadores están interesados en conocer la aplicación de estas estrategias en situaciones y conversaciones cotidianas entres progenitores de niños y niñas con autismo.

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