“Cada vida cuenta”: la lección de Andrés Marcio y Marta Barroso en el Congreso de CECE
La periodista Marta Barroso y el estudiante de Periodismo Andrés Marcio durante su charla inspiradora "El Valor de los valores", en el 52º Congreso Nacional de CECE.
La conversación comenzó en clave cercana y luminosa. Marta Barroso recordó la primera vez que entrevistó a Andrés cuando él tenía solo siete años. “Me enamoré de él desde el primer instante”, confesó. Aquella entrevista fue el inicio de una amistad profunda y duradera, que ambos describen como familia.
Andrés explicó con serenidad qué supone convivir desde niño con una enfermedad que limita gravemente su movilidad y cuya esperanza de vida, según la medicina, era muy corta. Sin embargo, su relato no se centró en la pérdida, sino en la gratitud por cada día vivido. “Llevo cuatro años viviendo de regalo. Cada mañana es un motivo para dar gracias”, dijo.
El papel de la escuela
Uno de los pasajes más significativos fue su recuerdo del colegio (estuvo en el colegio Monte Tabor desde los seis años hasta 6º de Primaria). A pesar de sus limitaciones físicas, Andrés narró cómo nunca se sintió diferente –”En el colegio aprendí que una persona vale por lo que es, no por lo que puede hacer físicamente”–:
-Sus compañeros lo incluían con naturalidad.
-Los docentes adaptaban metodologías y tiempos sin hacerlo evidente.
-El colegio fue, en sus palabras, un lugar seguro. Tanto, que no se quería ir.
Lo que más agradezco es que me trataran como a uno más
"Sin embargo, su transición a la vida universitaria, tras un periodo en que recibió atención educativa a domicilio gracias al Servicio de Apoyo Educativo Domiciliario, no fue igual de amable. Relató cómo una universidad rechazó su acceso a la carrera de Periodismo argumentando que no podría superar la asignatura de fotografía por no poder tomar fotos o ejercer frente a una cámara. Su testimonio provocó silencio en la sala.
“Confundieron una limitación física con una imposibilidad vital”, señaló Marta.
La historia continuó con un giro luminoso: Andrés fue finalmente acogido en otra universidad, el CEU, donde, dice, se “ha sentido acompañado, exigido y querido”. Hoy estudia Periodismo, trabaja como colaborador deportivo, y continúa formándose para dedicarse a la comunicación.
Una mirada sobre el sentido de la vida
Preguntado por el sentido de su existencia, Andrés respondió con una claridad que conmovió al auditorio:
“La vida es un regalo. No puedo elegir mi enfermedad, pero sí cómo la vivo. He decidido vivir con alegría.”
Marta añadió:
“Si todos miráramos la vida como la mira Andrés, viviríamos mejor”.
Reconocimientos CECE a los Valores Sociales
Tras la conversación, tuvieron lugar los Reconocimientos CECE a los Valores Sociales, otorgados este año a personas e instituciones que representan solidaridad, esfuerzo, comunidad y compromiso educativo.
Los reconocimientos destacaron:
-El valor de las historias humanas que iluminan.
-La importancia de acompañar a quienes afrontan dificultades.
-El papel de la escuela como espacio de construcción de humanidad.
En esta edición recayeron en:
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CEU Talks, de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, dirigido por Marta Barroso, por su testimonio de esperanza, humor y fortaleza compartida.
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Fundación Pequeño Deseo, por hacer más llevaderos los días de hospital de niños con enfermedades graves.
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Fundación Nemesio Díez, por su apoyo a escuelas afectadas por emergencias como la DANA.
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Iniciativa “Después del barro”, por su labor coordinada de voluntariado en zonas devastadas por la DANA.
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Fundación Atlético de Madrid, por su trabajo contra la discriminación y el acoso escolar a través del deporte.
La ceremonia cerró con la entrega de un reconocimiento especial al padre Valeriano Aldonza, por su dedicación y compromiso sostenido con la educación y su defensa de la libertad de enseñanza. La sesión dejó una enseñanza sencilla y profunda: La educación no es solo transmisión de conocimiento. Es transmisión de vida. Y cada escuela tiene el poder de ser —como lo fue el colegio para Andrés— un lugar donde todos sean reconocidos, cuidados y valorados, donde “cada vida cuenta”.




