No dejes de enseñar Poesía

¿Quieres que tu alumnado redescubra y disfrute de la poesía? Te ofrecemos estrategias, recursos y actividades prácticas para llevar la poesía al aula desde Infantil hasta Secundaria.
Nicolás NaranjoMartes, 21 de October de 2025
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No hay mejor forma de sentir un poema que escucharlo, y si algo caracteriza a los poemas sobre otras obras literarias es la musicalidad. © ADOBE STOCK

Descubre en este artículo cómo trabajar la poesía en Educación Primaria y Secundaria de forma cercana, sensible y creativa. Te contamos por qué este género literario sigue siendo esencial y cómo integrarlo en tu día a día educativo.

¿Por qué leer poesía en el aula y en el hogar?

Podemos decir que la poesía ha acompañado a la humanidad desde sus orígenes. Antes incluso de que existiera la escritura, los pueblos ya transmitían sus saberes e historias a través de versos, rimas y canciones. Desde los antiguos mitos hasta los poemas contemporáneos, este género literario ha sido vehículo de expresión artística, transmisor de memoria y conocimiento colectivos.

Sin embargo, a pesar de todo lo que lo hace único, este género literario ha quedado relegado en muchas ocasiones a un segundo plano dentro del aula, eclipsado por la narrativa. En parte, por el prejuicio de que “no se entiende” o “no es útil”. Pero la realidad es muy distinta: la poesía es accesible, ofreciendo posibilidades pedagógicas muy valiosas.

Ventajas de trabajar la poesía con niños y jóvenes

La poesía enriquece al lector en múltiples niveles, sobre todo a los niños y jóvenes. Entre sus principales beneficios, destacamos:

  1. Desarrolla la sensibilidad y la inteligencia emocional. Ayuda a identificar, nombrar y expresar sentimientos y estados de ánimo.
  2. Potencia la competencia lingüística. Amplía el léxico, mejora el ritmo, la entonación y la pronunciación.
  3. Estimula la memoria, la atención y la creatividad. Gracias a sus estructuras rítmicas y repetitivas, es más fácil de memorizar que otros géneros.
  4. Fomenta el pensamiento crítico y simbólico. Invita a interpretar, a ir más allá de lo literal y a descubrir múltiples significados de las palabras.
  5. Es un género inclusivo. Un poema breve o una estrofa bien elegida puede ser comprendida y disfrutada por lectores de cualquier nivel.

Cómo trabajar la poesía en el aula 

Te traemos algunas propuestas sobre cómo llevar al aula la poesía en las diferentes etapas educativas. El objetivo es que los niños asocien el poema con una experiencia divertida y significativa, por lo que los primeros pasos para acercar la poesía a los estudiantes puede ser a través de teatralizaciones, juegos con música o a través de la pintura y, progresivamente, iniciar la comprensión metalingüística y el análisis métrico.

Las dinámicas sugeridas a continuación son para los primeros niveles de Educación Primaria y Educación Infantil:
– Poemas con movimiento: acompañar versos con gestos, palmas, bailes o pequeñas dramatizaciones.
– Poemas ilustrados: tras la lectura, el alumnado dibuja lo que imagina o siente con cada estrofa.
– Canciones-poema: usar poesía musicalizada como puente entre oralidad y literatura.

Algunas lecturas recomendadas para estas dinámicas son:
– Poema de La oca Loca, de Gloria Fuertes.
– Canción Salta que salta, de Mar Benegas.
Un beso antes de desayunar, de Raquel Díaz Reguera.
– Cualquier selección de retahílas, nanas o juegos de palabras.

En la etapa de Segundo y Tercer ciclo de Educación Primaria, el alumnado ya es capaz de abordar la poesía con mayor profundidad, comprendiendo sus mensajes y estructuras básicas (estrofa, verso, rima…). Es momento de promover tanto el la lectura como la expresión poética desde un enfoque cada vez más técnico.

Sugerimos las siguientes dinámicas:
– Poemas en cadena: escribir versos por turnos en grupo, hilando un poema conjunto. Se pueden trabajar también las “rimas encadenadas”.
– Acrósticos y caligramas: jugar con la forma visual y simbólica de los poemas.
– Taller de poetas: leer a un autor y debatir sobre lo que intenta transmitir, después tratar de imitar su escritura.

Las lecturas recomendadas para estas actividades son:
Mariposas en la lengua, de Antonio Rubio y Óscar Villán.
Donde nadie me llama, de Raúl Vacas.
Niños raros, de Raúl Vacas

A la hora de trabajar en la Educación Secundaria Obligatoria con adolescentes, el reto es doble: derribar prejuicios como “la poesía es aburrida”, “no la entiendo” o “no sirve para nada”, y a su vez, mostrar que puede ser un canal poderoso para hablar de lo que les importa. La poesía debe presentarse como una forma de arte cercana y útil para expresar el mundo interior y social.

Las dinámicas sugeridas para esta etapa son:
– Videopoemas o poesía performativa (slam): poner voz e imagen a los versos propios o ajenos.
– Poemas-objeto: crear producciones poéticas con materiales cotidianos y textos simbólicos.
– Taller de poesía urbana: leer canciones, rap o spoken word y analizarlos como formas poéticas actuales.

Recomendamos las siguientes lecturas:
29 poemas de amor y una canción desesperada, de Pablo Neruda.
Poemas del alma, de Elvira Sastre.
– Lecturas de Miguel Hernández.
Rimas y leyendas, de Gustavo Adolfo Bécquer.
– Letras de artistas musicales como Nach, Kase.O, Sharif, Sabina o Rozalén son ejemplos de poesía contemporánea.

Debemos mantener siempre presente que la clave transversal es: leer poesía… ¡en voz alta!

Sea cual sea la etapa, la lectura en voz alta debe ser una constante. No hay mejor forma de sentir un poema que escucharlo, y si algo caracteriza a los poemas sobre otras obras literarias es la musicalidad. Permitir que los alumnos elijan su poema favorito, lo practiquen y lo reciten con emoción (incluso con fondo musical o escénico), transforma el aula en un pequeño escenario donde podemos lograr que la literatura y la poesía se viva.

Claves para hacer atractiva la poesía

  1. Leerla en voz alta. La poesía necesita ser oída. Su musicalidad cobra sentido al pronunciarla.
  2. Vincularla a emociones reales. Podemos elegir poemas que hablen de temas cercanos al alumnado: amistad, miedo, alegría, amor, naturaleza…
  3. Jugar con el lenguaje. Rimas, juegos de palabras, imágenes poéticas: todo vale si despierta curiosidad.
  4. Relacionarla con otras artes. Ilustrar poemas, acompañarlos con música o representarlos teatralmente potencia su impacto.
  5. Darle libertad al alumnado. No todo poema necesita ser “analizado”. A veces basta con dejarse tocar por él y escribir como eco lo que uno ha sentido.

Recursos para trabajar poesía en clase

  1. Canal Poesía (RTVE): sección informativa de RTVE con todas las noticias sobre poesía que suceden en la actualidad.
  2. Biblioteca Virtual Cervantes: archivo digital con las obras más populares de los autores clásicos.
  3. Actividades de Poesía: todas las actividades listas para imprimir y trabajar en el aula que nos ofrece Orientación Andújar en su web.

Y si quieres dar un paso más, puedes completar esta experiencia con nuestros artículos sobre el análisis métrico de poemas o los recursos literarios.

Lo que debemos lograr transmitir es que la poesía no está muerta ni pasada de moda. Está esperando ser redescubierta por nuevas generaciones que necesitan palabras que transmitan, que conmuevan y que les ayuden a construir su mundo interior. Desde el aula y el hogar, podemos ofrecer esa posibilidad con sencillez y asombro.

Démosle a la poesía el lugar que merece. Leamos con nuestros alumnos. Escribamos con ellos. Y, sobre todo, escuchemos cómo suena el mundo cuando se vuelve verso.

Si ya trabajas la poesía en clase, o si te animas a probar alguna de estas ideas, cuéntanos tu experiencia en los comentarios. ¡Te leemos!

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