Olegario, el duende que se hizo empresario, empieza a formar en emprendimiento a estudiantes de Primaria en Madrid
Los estudiantes de 5º y 6º de Primaria del CEIP Gonzalo Fernández de Córdoba posan con Olegario, el duende empresario, al finalizar el taller de emprendimiento en su centro. ®JORGE ZORRILLA.
Érase una vez, en un mundo de paisajes verdes, ríos azules, millones de árboles repletos de frutos rojos y un cielo azul con un sol radiante, vivía Olegario, el duende que se hizo empresario. Olegario, consciente de que no todos podían permitirse tener una lamparita de noche, decidió emprender para acercar este producto a todos.
Así comienza Olegario, el duende que se hizo empresario, el cómic que supone el elemento central de la iniciativa impulsada por la Fundación CEOE en colaboración con la Fundación Diálogos para fomentar y acercar el emprendimiento a los más jóvenes.
Como parte de esta iniciativa, este lunes tuvo lugar en el CEIP Gonzalo Fernández de Córdoba de Madrid el primero de los 33 talleres en los que alumnos y alumnas de entre 8 y 12 años van a conocer la historia de este duende, que les va a permitir aprender y familiarizarse con algunos de los conceptos y elementos clave del emprendimiento, desde idea, producto y creatividad hasta burocracia, derechos, responsabilidad social o venta al por menor.

En torno a las 9:15 horas de la mañana, mientras la capital española intentaba desperezarse para empezar una nueva semana, 100 alumnos de 5º y 6º de Educación Primaria del CEIP Gonzalo Fernández de Córdoba se reunían en el gimnasio del centro. Ni el frío repentino del otoño logró disminuir sus ganas de saber por y para qué les dirigían hasta allí sus profesores en lugar de a sus aulas de siempre.
La incógnita duró poco, concretamente hasta que Fátima Báñez, presidenta de la Fundación CEOE, anunció con “gran ilusión” que les iba a presentar a un buen amigo. Este, el duende Olegario, estaba dispuesto a demostrarles que “la empresa es una institución buena para la gente” y “cómo las buenas ideas ayudan a la sociedad, a las personas”.
En los mismos términos se expresó Miguel Garrido, presidente de la Confederación de Empresarios de Madrid (CEIM), quien recordó que “gracias a las empresas podemos ir a donde sea, comprar…”. Garrido trató de despertar la curiosidad de los alumnos al asegurar que “cualquiera” de ellos “tiene la posibilidad de crear una empresa”. Para lograrlo, les animó a “sentirse libres para cuestionar y preguntar”.

Por si estas palabras hubieran sido poco aliciente para unos jóvenes que estaban deseando conocer a ese duende del que tan bien les estaban hablando, José María de Moya, director general de Siena Educación, afirmó que Olegario les iba a “enseñar a ser mejores personas”, además de introducirles en el mundo de la creación de empresas. “El emprendimiento es una escuela de valores”, valoró.
Y múltiples valores aprendieron a través de los siete capítulos del cómic creado por el humorista gráfico José María Nieto. Acompañados por el grito de guerra “Olegario… ¡aú! ¡Aú! ¡Aú!”, los chicos y chicas de 5º y 6º de Primaria del CEIP Gonzalo Fernández de Córdoba descubrieron la historia de Olegario, el duende empresario mientras aprendían conceptos básicos de la creación de empresas como producto, creatividad, precio, competencia, oferta y demanda.

También términos más complicados, como el “valor real” de un bien o servicio o su “democratización”, la “responsabilidad social”, el “uso responsable del dinero”, la “venta al por menor” o la importancia de la “inversión en I+D” y de los “proveedores” para crear y distribuir un producto.
No faltaron las referencias a la formación de un “equipo” de trabajo, momento en el que aprendieron el significado y valor de la palabra “arrendatario” y las “relaciones laborales”. En este punto también les hablaron de los “derechos”, “obligaciones” y “deberes” de los trabajadores”, las “licencias”, los “sindicatos” o los “convenios”. Asimismo, gracias a Olegario comprendieron la importancia de los “impuestos”, los “protocolos” y descubrieron el significado de la palabra “burocracia”.
A medida que se sucedían los capítulos y los pasos que daba Olegario para crear su negocio de venta de lámparas, y que los alumnos ponían a prueba todo lo que iban aprendiendo, les quedaba clara una idea clave del emprendimiento.
“Podemos tener una formación, una preparación, pero si no seguimos aprendiendo nos quedamos en lo que un día fuimos”, explicaron los profesionales que impartieron el taller, miembros de Siena Educación. Y es que en el emprendimiento, como en la vida, “no podemos saber las cosas sin estudiar, sin formarnos”.


