El índice de lectura sube en Andalucía en 5,6 puntos y se acerca a la media nacional
Así se desprende del Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España 2024, del que ha informado este martes en comisión parlamentaria la consejera de Cultura y Deporte, Patricia del Pozo, para quien “son datos esperanzadores que muestran una buena evolución”. Pozo ha añadido no obstante que hay que seguir trabajando en el fomento de la lectura “de la mano del sector del libro” y ha subrayado que las medidas para la promoción de los hábitos lectores y el apoyo al sector editorial impulsadas por la Junta están “revirtiendo la situación”.
La consejera ha recordado que cuando el PP llegó al Gobierno Andalucía tenía uno de los peores índices de lectura de todas las comunidades autónomas, ya que ocupaba el penúltimo lugar, y que para ello se intentan potenciar las presentaciones de libros o los clubes de lectura, con más de 360 en las ocho provincias También ha subrayado la “colaboración esencial” de la Red de Bibliotecas Públicas y otros espacios como centros escolares de todos los niveles educativos, universidades, centros penitenciarios o asociaciones culturales, al tiempo que se trabaja en nuevos formatos de actividades.
Al crecimiento en los índices de lectura, se suma el aumento del 30% de la producción editorial en el último año, ya que en 2024 se editaron en la comunidad 10.548 títulos en formato libro en papel, procedentes de los más de 380 editores activos. “Andalucía es la tercera comunidad autónoma, después de Madrid y Cataluña, y a gran distancia de la Comunidad Valenciana, que más libros inscribe cada año en la agencia del ISBN”, ha explicado la consejera en la comisión parlamentaria de Cultura y Deporte.
Tras calificarlo como un sector “muy relevante, generador de empleo y actividad económica y que realiza una labor cultural fundamental”, Del Pozo ha detallado acciones como la adquisición de libro de fondos bibliográficos para la Red de Bibliotecas Públicas de Andalucía, con una inversión de 1,6 millones en municipios y entidades locales, o la recuperación de las ayudas a la edición, que habían dejado de convocarse hace una década.
