María Rosa Suárez: “Si queremos que las políticas públicas sean eficaces, nuestro sistema educativo debe sentirse acompañado”

Suárez, profesora y licenciada en Administración y Dirección de Empresas, defiende que la “garantía de calidad debe ser la base, sin excepción” de la agencia, una institución peculiar ya que, a diferencia de la mayoría de las que funcionan en el resto de las comunidades, tiene funciones de evaluación en todos los niveles educativos, desde Infantil hasta la universidad. “Actuar en todas las etapas, destacando las más tempranas” podría ser la estrategia apropiada para “reducir algunas brechas en origen”, señala. Tras estos primeros 30 días al frente, la directora expone su visión del presente y futuro de la agencia.

 Acaba de llegar a la Agencia y, siendo tan especial el modelo canario, imagino que necesitará un tiempo para adaptarse. Aun así, ¿qué aspectos del modelo actual deben mantenerse y cuáles cree que es necesario revisar o reformular?

–Ciertamente contamos con un modelo de agencia especial, cargado de particularidades al abarcar todo el sistema educativo, tanto el universitario como el no universitario. Este modelo cuenta con elementos que deben mantenerse y que son el reflejo del trabajo realizado, como el enfoque inclusivo, el esfuerzo por adaptarse a una oferta educativa tan diversa y el compromiso con la equidad. Bien es cierto que se deben revisar o reformular otros aspectos, como potenciar la utilización de los datos y los informes que elaboramos, para mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje y también la visibilización de la agencia como ente que contribuye a la mejora del sistema educativo canario.

Además de evaluar, la agencia orienta (acompaña) procesos de cambio y políticas públicas. ¿Qué acciones tiene previstas para que la visión integrada del sistema educativo se traduzca en políticas públicas concretas y eficaces?

–La ACCUEE entiende la educación como un sistema integrado que abarca todos los niveles, desde la educación no universitaria hasta la educación superior, motivo por el cual, seguirá reforzando el diálogo en este sistema holístico, impulsando espacios de trabajo entre los responsables de las políticas públicas, el entorno social y productivo, centros educativos y nuestras universidades. Dentro de las acciones previstas se encuentra la emisión de informes que incluyan recomendaciones aplicables e indicadores de impacto y que sirvan para mejorar la toma decisiones en políticas públicas. Y no nos podemos olvidar de la formación, formación de nuestro equipo para asegurar que la orientación desde la agencia sea efectiva, si queremos que las políticas públicas sean eficaces, nuestro sistema educativo debe sentirse acompañado en la adaptación de estas.

¿Cómo cree que se pueden integrar mejor, o coordinar los títulos de la FP Dual y los títulos universitarios duales?

–Estamos en un momento clave para la dualidad, el sistema se está adaptando a este nuevo modelo. Yo entiendo que para que esta integración se produzca es necesaria la planificación conjunta y una visión compartida de los itinerarios formativos. La viceconsejería de Formación profesional y Cualificaciones Profesionales está trabajando en ello, generando las pasarelas que asegurarán la coherencia en las competencias adquiridas. Por nuestra parte, la ACCUEE implementa en Canarias, mecanismos de aseguramiento de la calidad como son EQAVET en FP y ESG en el sistema universitario, lo que permite valorar el impacto de ambos modelos duales en la empleabilidad y en la adaptación a las necesidades de nuestro tejido productivo.

¿Tiene previsto revisar o innovar los protocolos de generación de información y acompañamiento al sistema educativo?

–La Agencia funciona y trabaja en la mejora continua, aplicando herramientas como la IA para la corrección de preguntas en las pruebas de diagnóstico. La innovación forma parte de la estrategia de transformación digital de la Agencia con el objetivo apoyar de, forma eficaz y proactiva, la mejora del sistema educativo canario.

¿Qué postura tiene respecto al crecimiento de universidades privadas en Canarias? ¿Considera necesario establecer nuevos criterios para su implantación?

–Entendemos que la iniciativa privada puede enriquecer el ecosistema universitario, siempre que sume calidad, responda a necesidades del territorio y complemente la oferta pública. No se trata de frenar la implantación, sino de regular con criterios rigurosos y transparentes. Es necesario potenciar indicadores de seguimiento vinculados a resultados de aprendizaje, empleabilidad y compromiso con el desarrollo sostenible del archipiélago. La garantía de calidad debe ser la base, sin excepción.

¿Qué retos detecta en la aplicación de la nueva ley del sistema universitario y la FP Dual en Canarias?

–En cuanto a la LOSU, el reto pasa por adaptarla a nuestra realidad insular, muy distinta a la del resto del territorio nacional, garantizando que no se pierda ni eficiencia ni equidad. Se debe asegurar, entre otras cosas, que la contratación docente sea compatible y sostenible para nuestras universidades.

Y de la FP Dual, el reto es grande, extender la oferta a todas las islas es complicado y necesitamos de la implicación y compromiso de nuestro tejido empresarial. Por otro lado, el cambio metodológico precisa de un acompañamiento, los centros no deben sentirse solos en este proceso, cuestión que me consta ya se trabaja desde la viceconsejería de Formación Profesional y Cualificaciones Profesionales.

¿Qué iniciativas propone para asegurar que los orientadores educativos aprovechen plenamente los datos generados por la agencia?

–Varias, desde la elaboración de materiales específicos, la formación y la puesta a disposición de herramientas en las plataformas. El objetivo es que los equipos de orientación, como aliados en la interpretación de los datos, puedan, no solo acceder sino, analizarlos según el contexto y den respuesta a las necesidades de los centros para su mejora continua.

La educación en Canarias ha mejorado considerablemente en los últimos años, pero en los informes seguimos a la cola o por lo menos no tan bien como sería necesario. ¿Hay que cambiar algo y en dónde (etapa) propondría ese cambio?

–Hemos avanzado mucho estos años, pero tenemos algunas dificultades estructurales que se están intentando paliar. Si me pregunta donde es importante actuar, creo que habría que actuar en todas las etapas, destacando las más tempranas, que podrían reducir algunas brechas en origen. La cultura de la evaluación en todas las etapas es un buen mecanismo para detectar y corregir estos sesgos y, como consecuencia, mejorar nuestro sistema educativo.