La Plataforma de Infancia urge a regular la publicidad de alimentos no saludables
Los niños y adolescentes aseguran que de estos anuncios les atrae la música pegadiza, los colores vivos, o que aparezca un futbolista.© ADOBE STOCK
La Plataforma de Infancia pide que se prohíba la publicidad de alimentos no saludables dirigida a niñas, niños y adolescentes y se apruebe una norma vinculante que les proteja.
La publicidad de alimentos no saludables sigue llegando masivamente a niñas, niños y adolescentes en nuestro país: “Más del 80% de los anuncios de alimentos que ven son de productos poco saludables, y esta exposición tiene un impacto directo en sus hábitos de consumo y en su salud”, explica Ricardo Ibarra, director de la Plataforma de Infancia. “A pesar de la evidencia, hoy en día este tipo de publicidad se rige únicamente por un código voluntario que no funciona”.
La Plataforma de Infancia vuelve a alzar la voz un año más con su campaña #PubliConCoco y lanza una pregunta clara: “¿Y aun así no lo regulamos?”. “La respuesta, desde los derechos de la infancia, debería ser contundente”, señala Ibarra. “Por eso pedimos la aprobación urgente de una regulación eficaz que prohíba toda publicidad de alimentos y bebidas no saludables dirigida a la infancia y la adolescencia”.
La situación es especialmente grave en los hogares con menos ingresos donde, por ejemplo, el consumo de refrescos azucarados se multiplica por ocho en comparación con el resto de los hogares. El porcentaje de niñas, niños y adolescentes con obesidad se duplica en contextos de pobreza: un 23,7 % frente al 10,5 % en los hogares con mayores ingresos. “La exposición a esta publicidad perjudica más a quienes ya parten de situaciones de mayor vulnerabilidad”, añade Ibarra.
El consumo de refrescos azucarados se multiplica por ocho en los hogares con menos ingresos
Ante esta situación la Plataforma de Infancia, a través de su estrategia “La Infancia Opina”, puso en marcha el año pasado un proceso participativo con niñas, niños y adolescentes de entre 4 y 17 años, para aportar su visión sobre esta cuestión y escuchar sus propuestas. Que los componentes dañinos de alimentos y bebidas estén más claros en el etiquetado, que se organicen charlas en los centros escolares sobre la publicidad de alimentos o que los reglamentos sean más estrictos, son algunas de sus propuestas para que haya una “publicidad con coco”.
De estos anuncios les atrae la música pegadiza, los colores vivos, o que aparezca un futbolista, entre otras razones. Por eso, una regulación eficaz debe tener en cuenta todas las técnicas de persuasión y abarcar todos los formatos y soportes, también los digitales.
“Pedimos prohibir esta publicidad hasta los 18 años, aprobar una norma de obligado cumplimiento que sustituya al código voluntario, establecer un régimen sancionador que garantice su cumplimiento, como ya han hecho otros países europeos y ampliar la definición legal para incluir todas las técnicas de marketing”, concluye Ibarra.
Tímidas iniciativas: envases menos atractivos
La cadena de supermercados Lidl ha puesto en marcha una iniciativa, dentro de su estrategia de Responsabilidad Social Corporativa, que consiste en eliminar diseños infantiles de sus productos de marca propia con menor perfil nutricional, como las galletas de chocolate Capitán Rondo, las gominolas Ladrillos y Tubitos o el Batido de chocolate.
Así, con nuevos envases más sobrios y menos llamativos, pretende dar un paso para promover la alimentación saludable entre los niños y niñas. La cadena ha rediseñado los envases de medio centenar de referencias de marca propia y prevé extender la medida hasta llegar a 60 artículos en enero de 2026, anticipándose a posibles regulaciones nacionales.
Lo hace, dice en su comunicado, como parte de su compromiso para combatir la obesidad infantil, el mismo que le ha llevado a eliminar la publicidad dirigida a menores de productos con menor perfil nutricional desde 2023 (salvo en campañas como Halloween, Navidad o Pascua).





