“Cuando los niños sean mayores ya viajaremos”… ¿Y si el momento es ahora?

Viajar en familia es posible, educativo y profundamente transformador. Natalia Ovejero, autora de 'Viajar en familia', comparte consejos, anécdotas y claves para disfrutar del viaje…incluso con niños pequeños.
Alba BartoloméJueves, 7 de August de 2025
0

Natalia Ovejero, diplomada en Educación Primaria, azafata de vuelo y creadora de contenido.

En pleno agosto, muchas familias se enfrentan al reto de conciliar trabajo, descanso y tiempo de calidad con sus hijos. Más allá de los resorts con todo incluido o los campamentos urbanos, cada vez son más los padres que optan por viajar con sus hijos como una forma de conocer el mundo… y también de fortalecer los vínculos familiares.

Según el XII Estudio de Turismo Familiar impulsado por la Federación Española de Familias Numerosas (FEFN), el 53 % de las familias españolas ha previsto gastar más en viajes este año. Entre los factores más valorados al elegir destino destacan la tranquilidad, la naturaleza y los alojamientos adaptados a niños. Este tipo de turismo ha dejado de ser una excepción para convertirse en una de las formas preferidas de ocio familiar, en la que se combina descanso, convivencia, aprendizaje y aventura.

En paralelo, la III Radiografía del Viajero Actual, elaborada por MSC Cruceros, revela  que más del 58 % de los viajeros españoles viajan con niños, y valoran especialmente las experiencias que permiten compartir tiempo en familia de forma activa y significativa. Las escapadas a la naturaleza, las visitas culturales con dinámicas adaptadas y los viajes en autocaravana son algunas de las opciones que más han crecido, especialmente entre quienes buscan evitar aglomeraciones o tener mayor libertad de movimientos.

Con el fin de descubrir consejos, ideas y experiencias reales de viajar en familia, hablamos con Natalia Ovejero, madre de dos niñas de 4 y 7 años, diplomada en Magisterio de Educación Primaria, azafata de vuelo, creadora de contenido en el perfil @elmundo.en.mispies (con más de 300k seguidores) y autora del libro Viajar en familia.

¿Qué te impulsó a escribir este libro y cómo puede ayudar a quienes quieren empezar a viajar con niños?
–Me dio la idea mi mano derecha y compañera de locuras: Rosa, mi talent manager y una de mis mejores amigas. Se le ocurrió que todos esos consejos que comparto por redes sociales día a día debían estar también en un libro para ayudar a otras familias. Al principio me pareció una locura, pero como buena acuariana, dije que sí sin pensarlo. Me encantan los retos, y este me pareció precioso.

Desde tu punto de vista, ¿qué dirías que es lo más desafiante de viajar con niños?
–Es un combo explosivo. Por un lado, es duro, agotador y necesitas toneladas de paciencia. Pero por otro, es pleno, reconfortante y muy bonito. Verles crecer mientras compartes experiencias juntos no tiene precio. Es importante mantener un equilibrio de actividades que se adapten a todos: a veces cuesta, pero cuando lo consigues, es mágico. Muchas familias optan por el “todo incluido” para evitar complicaciones, pero cuando se atreven a probar otro tipo de viaje… ¡engancha!

"

Es importante mantener un equilibrio de actividades que se adapten a todos

"

¿Planificar más o menos?
–En mi caso, me encanta organizar: buscar actividades locales, lugares donde comer, curiosidades… Al principio llevábamos de todo, pero con el tiempo entendimos que eso solo complica las cosas. Llevamos lo esencial e improvisamos. Si algo se rompe, se pierde o falta, lo resolvemos sobre la marcha. Eso también forma parte de la aventura.

Y, supongo, que gran parte de la aventura la conforman los nuevos aprendizajes que se adquieren al viajar…
–Por supuesto, yo siempre intento que haya una parte educativa. Como maestra, disfruto mucho creando juegos que estimulen su curiosidad. Por ejemplo, en Roma pueden aburrirse viendo monumentos, pero si lo conviertes en una gymkana con pistas, ¡se lo pasan genial y aprenden sin darse cuenta! También hacemos paseos de colores, juegos de observación, grabamos vídeos…Hay muchas formas de aprender jugando mientras viajas.

¿Qué consejos darías a las familias que tienen miedo a salir del “todo incluido” y quieren un viaje más auténtico?
–Una vez que pruebas otro tipo de viaje, es difícil volver atrás. Los viajes en los que improvisas, descubres y conectas son los que realmente te marcan. Te ayudan a conectar contigo y con tus hijos de una forma muy especial.

¿Algún destino que recomiendes para empezar? 
–Lo importante es adaptar el destino a la edad de los niños. Por ejemplo, quizás no tiene sentido ir a Disney con adolescentes, o recorrer una gran ciudad con un niño de dos años que solo quiere correr libre. Lo importante es que el destino se ajuste a las necesidades del momento. Así todos disfrutan y se evitan frustraciones.

¿Hay destinos especialmente “family friendly” que te hayan sorprendido por su accesibilidad, actividades o trato a los niños?
–Estamos ahora mismo de viaje y Australia nos ha enamorado, tanto que nos planteamos vivir allí. También en Asia hemos tenido experiencias preciosas: Malasia y Corea del Sur han sido especialmente acogedores. Cada destino tiene algo que ofrecer, pero esos nos han marcado.

¿Viajar en familia fortalece el vínculo familiar?
–Totalmente. El día a día es tan acelerado que apenas hay tiempo para compartir. Viajando, todo va más lento: las comidas, las conversaciones, el tiempo sin pantallas… Son oportunidades para conocernos mejor y para crear vínculos fuertes. Es una forma de reconectar.

"

El día a día es tan acelerado que apenas hay tiempo para compartir. Viajando, todo va más lento: las comidas, las conversaciones, el tiempo sin pantallas

"

“Ya viajaremos cuando crezcan” es una frase muy repetida entre familias, ¿qué opinas de esa idea?
Cuando crezcan, claro que podrán viajar… pero ya no será lo mismo. Los niños que han viajado con sus padres desde pequeños guardan recuerdos que duran toda la vida. No hace falta irse lejos ni gastar mucho. A veces basta con una excursión, una acampada o un paseo al campo con acuarelas. Lo importante es compartir experiencias que dejen huella. Viajar juntos permite aprender, compartir, desarrollar valores como la empatía o la curiosidad, y sobre todo, construir recuerdos que durarán toda la vida.

"

Los niños que han viajado con sus padres desde pequeños guardan recuerdos que duran toda la vida. No hace falta irse lejos ni gastar mucho

"
0
Comentarios