Respirar por la boca durante el ejercicio físico incrementa la acumulación de sarro

La disminución de saliva al inhalar y exhalar por la boca genera pH ácido, el caldo de cultivo perfecto para el sarro y las bacterias.
MagisterioLunes, 25 de August de 2025
0

Para deportistas que realizan muchos ejercicios de cardio respirar por la nariz es complicado, especialmente cuando las pulsaciones aumentan su ritmo

La práctica de actividades físicas muy exigentes al aire libre, como el running, el ciclismo o actividades aeróbicas intensas, provocan que las pulsaciones se disparen y la respiración se produzca a través de la boca. El flujo de saliva se reduce considerablemente, generando sequedad o hiposalivación, y consecuentemente mayor acidez bucal y bacterias.

A pesar de que el ejercicio fortalece los músculos, al mismo tiempo es imprescindible cuidar la higiene bucodental para evitar la acumulación de sarro y la formación de caries.

El escudo natural contra las bacterias es la saliva

“La saliva no es solo agua; es la primera línea de defensa de tu boca”, explica el doctor Josué Soutullo, director de la clínica valenciana Nou Art Dental.

Gracias a los minerales (como calcio y fosfato), enzimas y anticuerpos que contiene, esta sustancia se encarga de la limpieza de los ácidos, restos de comida y bacterias; el mantenimiento del equilibrio del pH; y la reparación y el fortalecimiento del esmalte de los dientes.

La relación entre la respiración bucal y el sarro

  • Disminución de la saliva: el flujo de aire constante reseca la boca, provocando hiposalivación.
  • Incremento de la acidez: la saliva es la responsible de neutralizer el ácido de la boca. Al haber menos cantidad de saliva, el pH desciende y el esmalte queda más vulnerable ante las bacterias.

El círculo vicioso del sarro

La convergencia de la sequedad de la boca junto con el pH ácido es el caldo de cultivo idóneo para el sarro. Las consecuencias de esta problemática bucodental son varias.

  1. La placa bacteriana ya no es arrastrada por la saliva.
  2. La falta de saliva permite que la placa se acumule y se endurezca.
  3. La placa se mezcla con los minerales restantes de la saliva, se calcifica y se convierte en sarro (cálculo dental), una sustancia dura y porosa que se adhiere a los dientes.

Ante el sarro, es imprescindible actuar cuanto antes, ya que su permanencia prolongada en la boca puede deriver en caries, gingivitis (inflamación de encías) e incluso periodontitis (enfermedad de las encías).

Prevención del sarro

Para deportistas que realizan muchos ejercicios de cardio respirar por la nariz es complicado, especialmente cuando las pulsaciones aumentan su ritmo. La solución no tiene por qué ser cerrar la boca, puesto que existen otras maneras de cuidar la higiene bucodental sin interferir en el rendimiento de la actividad física.

  • Revisiones bianuales: en ellas probablemente se proponga una higiene dental profunda que elimine el sarro acumulado antes de que cause problemas.
  • Cepillado diario junto con el uso de seda o cepillos interdentales: el sarro comienza donde el cepillo no llega. La seda puede acceder a recovecos donde se acumulen más residuos.
  • Beber agua antes, durante y después del ejercicio al aire libre: además de hidratarse para el esfuerzo físico, es clave hacerlo pensando en favorecer la producción de saliva.
  • Enjuagarse con agua tras entrenar: ayuda a reequilibrar el pH de la boca y limpiar residuos ácidos.
  • Mantener una buena higiene estricta: el sarro, acumulado por respirar por la boca, se puede controlar con constancia.

El sarro no solo debe paliarse por una cuestión estética, sino también por los problemas de salud a largo plazo que puede acarrear. Prevención, limpieza e hidratación son las claves para mantener una buena salud bucodental. “La boca sana no es un lujo, es una parte fundamental de tu equipamiento deportivo”, advierte el doctor Soutullo.

0
Comentarios