PP y Vox tumban en la Asamblea la iniciativa legislativa popular para climatizar colegios
Esta ILP fue presentada en marzo por los sindicatos CCOO y UGT, la FAPA Giner de los Ríos y la Federación de Asociaciones de Vecinos de Madrid (Fravm), y recabó 70.895 firmas de apoyo, superando ampliamente el mínimo de 50.000 exigido legalmente para la tramitación de una iniciativa de este tipo. Durante el debate de toma en consideración de la ILP, la diputada del PP Mirina Cortés ha justificado su voto en contra acusando al PSOE de “activar unilateralmente” la iniciativa en el Pleno de hoy y sin ninguna reunión previa entre los grupos.
No obstante, también ha opinado que la ILP “no es el instrumento adecuado para lo que se pretende”, pues ya hay “legislación” aplicable a este asunto, y ha abogado por usar otros instrumentos técnicos para promover el bienestar de las aulas. “Ahora el problema es que planteamos que se debata aquí la ILP”, ha replicado el diputado socialista Esteban Álvarez, quien ha apuntado que el PP intenta “engañar a todo el mundo todo el tiempo” y ha lamentado que no aborde la iniciativa “como lo que es: una medida que no tiene color político, que tiene color humano”.
A su vez, el diputado de Más Madrid Pablo Padilla ha criticado que la Comunidad de Madrid “no ha querido hacer”, durante años, el trabajo que ahora ponían las entidades proponentes sobre la mesa, y ha denunciado que “1.500 centros educativos en esta región no tienen ningún mecanismo de calefacción ni de refrigeración”.
En cuanto a Vox, el diputado Íñigo Henríquez de Luna ha fundamentado su oposición en la “falta de rigor técnico” de la ILP y en el “adoctrinamiento climático” que, a su juicio, destilaba. Se ha mostrado pues “completamente a favor de que la climatización de los centros” sea “la mejor posible”, pero no en base a una “solución ideológica” basada en el “camelo” del cambio climático, ha dicho.
La proposición de ley partía de la premisa de que, “con carácter general”, los centros educativos públicos de la Comunidad de Madrid “no están preparados para garantizar que las actividades escolares y lectivas puedan desarrollarse con normalidad cuando las temperaturas registran sus valores máximos o mínimos”. El texto recogía una serie de “condiciones mínimas de habitabilidad” que deberían darse en los centros, incluyendo: sistemas de aislamiento térmico en fachadas; renovación de instalaciones eléctricas y cambios de unidades de climatización; mejora de aislamiento de carpintería; nuevos sistemas de calefacción y climatización; colocación de toldos o similares en ventanas y patios de recreo; generación de zonas verdes y espacios de sombra en el exterior de los edificios; eliminación de elementos que generen islas de calor; instalación de paneles solares térmicos o fotovoltaicos en tejados y aparcamientos; y uso de pinturas que favorezcan la menor absorción de calor.
La Comunidad de Madrid se habría comprometido, asimismo, a elaborar un protocolo ante situaciones “de adversidad climática”; mejorar la eficiencia energética y reducir las emisiones nocivas de los centros; realizar auditorías energéticas; desarrollar una estrategia de rehabilitación integral de los centros. También se planteaba revertir a cada centro, “como financiación añadida a la prevista”, la cuantía del ahorro energético que anualmente logre.