Dejad de decirles a los niños que son superdotados intelectuales

Hay que decir a algunos padres que deberían dejar de comentarles a sus hijos que son superdotados intelectuales sin antes haberles realizado las pruebas pertinentes. Abordo esta cuestión porque nuevamente me encuentro con un caso de manera indirecta donde unos padres con un hijo que tiene déficit de atención lo han asociado con que el menor tiene altas capacidades. Cualquier padre está en su derecho de creer que su hijo tiene altas capacidades, siempre que eso no suponga una humillación para el menor como ha ocurrido en este caso.
Estos padres sí o sí querían que su hijo realizara los correspondientes test de inteligencia, para confirmar lo que finalmente luego no se confirmó basándonos en lo que ellos creían, que aparte de que el niño no tenía altas capacidades, el test situó el percentil por debajo de la media. Los padres, al enterarse de este hecho, tuvieron un encontronazo con el profesional que había evaluado a su hijo, donde le dijeron que iban a denunciarle por no haber realizado su labor de manera adecuada.
No es responsabilidad del profesional demostrar a dichos padres que realiza su trabajo de manera eficiente, y tampoco es responsable de que posteriormente con los resultados dados los padres no hayan obtenido el objetivo esperado de que el menor era alta capacidad. A los menores de edad hay que dejarlos que se desarrollen en un entorno adecuado, sin que este tipo de situaciones que son fomentadas por algunos padres les impliquen en su bienestar de alguna forma. El profesional que le realizó los test a ese menor de edad no tiene nada en contra de los padres, y mucho menos de ese niño, pero no puede poner en un informe algo diferente a lo que los padres esperaban. La cuestión de todo esto es que el niño no tenía que haber pasado por este proceso, que deja en cuestión la educación de esos padres con él. Ese niño tendrá otros talentos, pero no el que decidan los padres.
