Informe alerta de la falta de recursos en servicios y equipos de normalización lingüística
Presentación del informe a cargo de por Hakan Casares, coordinador del Observatorio da Cultura Galega, y Ana Iglesias, secretaria del Centro de Documentación Sociolingüística de Galicia.
El CCG ha presentado el primer informe que se realiza sobre la situación de estos dispositivos públicos “esenciales” para la promoción social del gallego, que funcionan con una “notable desigualdad territorial”. El estudio revela que la mayoría de los SNL disponen de una sola persona técnica y que el 47,2% carece de presupuesto propio, mientras que los EDLG “trabajan con recursos muy limitados y escaso apoyo institucional”. Ambos organismos funcionan “gracias a la profesionalidad y al compromiso de las personas que los integran, pero necesitan estabilidad financiera, mejor gobernanza y coordinación efectiva para garantizar la continuidad de la política lingüística de proximidad”, recalca el informe, presentado por Hakan Casares, coordinador del Observatorio da Cultura Galega, y Ana Iglesias, secretaria del Centro de Documentación Sociolingüística de Galicia.
Respecto a los servicios de normalización lingüística –la mayoría agrupados en la administración local (ayuntamientos y diputaciones)– el informe detecta una “fuerte concentración” en la provincia de A Coruña y “escasa presencia” en los ayuntamientos rurales. Solo el 16,9% de los ayuntamientos gallegos disponen de un SNL activo y casi la mitad (47,2%) carece de presupuesto propio, lo que “limita su capacidad de planificación”. Todo el trabajo de los SNL recae en una única persona y su principal función sigue siendo el asesoramiento, algo que, según Iglesias, “tenía sentido en los años noventa cuando nacieron pero no ahora” cuando deberían priorizar la “dinamización”.
Entre los aspectos de mejora más urgentes, su personal destaca el aumento de la dotación presupuestaria y el refuerzo del compromiso político y de la planificación estratégica. Los EDLG cuentan con equipos reducidos, con una media de seis docentes, y se constata “un desajuste claro entre las horas asignadas al coordinador del equipo y las horas reales invertidas, que son más del doble”.
La mayoría de los centros educativos gallegos cuentan con un equipo “que funciona con pocos recursos y de forma voluntaria”, en el que el peso principal recae en el profesorado, especialmente el de Lengua y Literatura Gallega (44,4%), que coordina la mayoría de los equipos. El tiempo de dedicación es “muy limitado”, señala el informe, y en muchos casos se reduce a unas pocas horas mensuales, mientras que sus presupuestos suelen llegar a final de curso, “apenas para cubrir actividades puntuales” sin que exista “una estructura estable ni formación específica para el personal”. La motivación principal de los coordinadores es “el compromiso personal con la lengua” (78,8%) y solo una minoría cita incentivos institucionales o reconocimiento profesional.
El estudio concluye que la existencia de estos servicios es “una condición necesaria para que el gallego mantenga presencia real” en las administraciones y en los centros de enseñanza, pero subraya que “sin apoyo político y los recursos adecuados su impacto se verá inevitablemente limitado”.
En declaraciones a Efe, Ana Iglesias ha asegurado que las medidas que podrían frenar el declive del uso del gallego “están estudiadas por expertos y recogidas” en el Plan Xeral de Normalización Lingüística (PXNL) de 2004, “que nunca se llegó a aplicar”. En este sentido, ha considerado que, “por muy buena que sea” la renovación y actualización de ese plan que se acomete actualmente, “si no se aplica no tendrá ninguna utilidad”. A su juicio, la “gran esperanza es el capital humano de un montón de trabajadores por la lengua muy comprometidos e implicados”, aunque ha advertido de que existe “el peligro de que se acabe generando demasiada frustración por culpa de la falta de recursos y de planificación”. “Estamos en un momento crítico, hay que cambiar ahora el rumbo y transformar este tipo de organismos, otorgándoles más financiación y, en el caso de los equipos, más liberación horaria porque no tienen tiempo suficiente”, ha afirmado.
