Primeros resultados de la limitación de los móviles: se reducen los conflictos por su uso

No obstante, aún es pronto para poder evaluar más resultados, ya que la medida entró en vigor el pasado mes de septiembre.
Alicia Mateos RuizLunes, 3 de November de 2025
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Para los expertos, "no se trata tanto de eliminar las pantallas totalmente como de integrarlas de forma crítica, dosificada y adaptada a la etapa evolutiva de los alumnos". © FREEPIK

Baleares ha comenzado este curso escolar 2025-26 con importantes novedades, que han tenido un impacto directo en el alumnado: más horas de Matemáticas y la limitación del uso de los móviles y de las pantallas. Aunque desde la Conselleria de Educación precisan que aún es pronto para sacar conclusiones, avanzan que una de estas dos medidas ya está dando resultados positivos. En concreto, la limitación de los móviles en los centros escolares de las Islas ha motivado una reducción de los conflictos por su uso.

No obstante, las citadas fuentes señalan que es preciso esperar un poco para poder sacar conclusiones de los primeros datos de los que disponen. Cabe recordar que el departamento liderado por el conseller Antoni Vera ha prohibido el uso de teléfonos móviles en todos los centros sostenidos con fondos públicos del Archipiélago balear.

En concreto, el alumnado no podrá hacer uso de teléfonos móviles ni de otros dispositivos electrónicos personales durante toda la jornada escolar, que incluye el horario lectivo, el esparcimiento, los períodos dedicados a actividades complementarias y extraescolares, y salidas. Excepcionalmente, el alumnado de Educación Secundaria y de las enseñanzas postobligatorias podrá hacer uso de estos dispositivos, si no se pueden usar los dispositivos del centro, exclusivamente para actividades puntuales con fines didácticos y siempre bajo criterios pedagógicos debidamente justificados. Además, también de forma excepcional, podrá autorizarse el uso personal de estos dispositivos en casos justificados por circunstancias individuales concretas, especialmente aquellas relacionadas con la salud.

Es muy importante tener en cuenta que el centro podrá aplicar medidas correctoras, como la retirada del dispositivo por parte del personal docente o del equipo directivo durante la jornada escolar, a aquellos alumnos que incumplan la normativa.

Limitación de las pantallas

Como se ha indicado anteriormente, este curso escolar también se ha limitado el uso de pantallas en Educación Infantil y en primero, segundo y tercero de Educación Primaria, recogido en los nuevos decretos de currículos escolares, que refuerzan los aprendizajes e incluyen más horas dedicadas a matemáticas y un refuerzo en lenguas. En concreto,  los currículos determinan que los alumnos de Educación Infantil y de primero, segundo y tercero de Educación Primaria no pueden hacer uso individual de los dispositivos digitales. La única excepción es en los casos en los que se desarrollen programas específicos que incorporen plataformas digitales y, en dichos supuestos, también se limita su uso a un máximo de una hora semanal.

​​Por su parte, en cuarto de Primaria, los currículos recogen que puede introducirse el uso del dispositivo individual con un límite máximo de una hora diaria; mientras que en el tercer ciclo de Educación Primaria se permite ampliar este límite siempre y cuando sea compatible con los objetivos pedagógicos y el bienestar del alumnado.

​Cabe precisar que, en casos muy concretos, puede ampliarse el número máximo de horas de utilización de estos dispositivos para eliminar barreras de acceso al aprendizaje y garantizar la participación activa de todo el alumnado en el aula; así como para facilitar el contacto social con el alumnado de atención educativa hospitalaria y domiciliaria. Además, los nuevos currículos incluyen orientaciones para la utilización de dispositivos digitales.

Respaldo a las medidas

Mario Devis, secretario general de Enseñanza de CCOO en Baleares considera «positiva la restricción y limitación de dispositivos electrónicos y móviles en los centros educativos, especialmente con los más pequeños, donde los últimos informes indican que hay una sobreexposición a las pantallas».

Aunque admite que «la tecnología ha venido para quedarse», considera que «hay que aprender a hacer un buen uso de esta, además de una tarea de prevención». A su modo de ver, esto es «cada vez más necesario y urgente, puesto que se ha visto un cambio considerable en la sociedad a causa del uso masivo de pantallas a edades cada vez más tempranas, que están derivando en problemas de acoso y en un aumento del déficit de atención».

Lluís Segura, secretario de Enseñanza Pública del STEI, sostiene que «los cambios producidos a raíz de la nueva normativa han sido mínimos, debido a que los centros ya tenían esta cuestión regulada en el NOFIC. Por tanto, lo que ha hecho ha sido dar la seguridad jurídica y la tranquilidad a los centros que ya lo tenían regulado».

Segura apunta que, «de acuerdo con los informes que los centros han recibido de las últimas pruebas IAQSE, los niños se pasan una media de dos horas diarias entre semana ante aparatos para realizar las tareas de la escuela; una cifra que puede duplicarse el fin de semana ya dedicado exclusivamente al ocio. Un hecho que demuestra que el gran consumo de mundo digital se realiza fuera del horario escolar».

En su opinión, «no es de recibo, por tanto, que la escuela tenga que asumir, una vez más, de forma exclusiva la responsabilidad de un aspecto referido a la educación de los niños y al cuidado de su bienestar. En este sentido, hay que recordar que el bullying por parte de los compañeros se da cuando los alumnos están fuera del centro educativo».

¿Cómo influye el uso de las pantallas en los niños y adolescentes?

Marta Huertas, vocal de Psicología educativa del Colegio Oficial de Piscólogos de las Islas Baleares (COPIB), explica que «el uso de las pantallas influye de forma ambivalente en el desarrollo infantil y adolescente. En su justa medida, favorece habilidades digitales, acceso a la información y el pensamiento crítico. Sin embargo, el abuso puede afectar la atención, la regulación emocional y el desarrollo social, además de alterar el sueño y fomentar la dependencia tecnológica».

La psicóloga precisa que «en edades tempranas el cerebro está aún en formación y es especialmente vulnerable a la sobreestimulación visual y a la reducción del juego simbólico y las interacciones cara a cara, esenciales para un desarrollo saludable».

Preguntada por si se debe emplear en el ámbito educativo, Huertas responde que «Desde una perspectiva pedagógica, las pantallas pueden ser herramientas útiles si se emplean con propósito didáctico, supervisión y equilibrio. Facilitan metodologías activas, la personalización del aprendizaje y el acceso a recursos interactivos. No obstante, su uso indiscriminado puede empobrecer la relación docente-alumno, limitar la creatividad y reducir la capacidad de concentración. Por ello, no se trata tanto de eliminarlas totalmente como de integrarlas de forma crítica, dosificada y adaptada a la etapa evolutiva de los alumnos».

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