Juan Francisco

Últimamente, hay un intenso debate por conquistar el relato político de la actualidad en referencia a la situación de Gaza y el pueblo palestino. La discusión, incluso, ha llegado a mayores al interrumpirse una competición deportiva por el simple hecho de que participara en ella un equipo de Israel, país al que se señala una y otra vez como el moderno ángel exterminador. Al intervenir el propio gobierno de España, jaleando las protestas callejeras, la problemática adquiere una nueva dimensión, casi filosófica.
En la actualidad, pugnan dos tipos de feminismo. Uno preocupado directamente por la suerte de las mujeres. Y otro que se interesa más por la ideología que por el propio destino de la mujer en la sociedad. El primero es el histórico, el inquebrantable e inasequible al desaliento, que se remonta incluso al movimiento sufragista, mientras que el segundo ni siquiera atina con el concepto de fémina. Ambos están en lucha por ver quién triunfa, pero me temo que las que realmente están perdiendo la batalla son las mujeres.